Pasan desapercibidos. Casi ni nos damos cuenta. Pero están ahí. A su manera son héroes. Nadie les pondrá una medalla, ni tendrán homenajes. Probablemente, ni se hable de ellos. Al menos aquí, sí escribiremos...

jueves, 7 de junio de 2012

Virginidad


Les voy a hablar de una persona conocida. Probablemente triunfe en los cercanos Juegos Olímpicos y entonces, aunque ahora a algunos no les suene el nombre, oirán hablar de ella. Y confieso que me alegraré de su victoria si se produce, pese a no ser española...

Se llama Lolo Jones y, físicamente, es una belleza y una gran atleta. Pero a sus 30 años todavía no cumplidos, Lolo guarda algo aún más valioso y bello en su interior: “mantenerme virgen hasta que me case es un regalo que quiero entregar a mi marido en la noche de bodas. Hay muchos hombres que me han tentado, que me han dicho que si tengo sexo correré más rápido. ¡Pero no estoy tan desesperada por un oro como para hacerlo!".

Así de claro. Lolo Jones, una de las favoritas a hacerse con una medalla en Londres en la modalidad de 100 metros vallas, campeona del mundo en pista cubierta en Valencia 2008 y Doha 2010, y que falló en su asalto a los Juegos en Pekín debido a un inoportuno tropezón, es virgen y lo confiesa abiertamente...

Como ella, miles de jóvenes de ambos sexos, sin primeras planas en la prensa ni espacios en televisión, optan por la virginidad de sus cuerpos y, en cierta medida, también de sus almas. Mantienen intactas ambas dimensiones de sus vidas. Unos, porque escogen la espera. Otros, la ofrenda. Todos, porque valoran lo bello y puro.

Ni es fácil, ni está de moda. De hecho, Jones reconoce que “seguir virgen es más duro que entrenarme para los Juegos o ir a la universidad”. Todos estamos en riesgo de ser tentados. Pero, mientras un exceso se puede corregir y hacer desaparecer con más entrenamiento o estudio, la virginidad del cuerpo se pierde una vez y ya es imposible de recuperar. La del alma, comenzando por el Bautismo, admite reparaciones, ¡menos mal!

No debería juzgar, pero estoy seguro de que más de uno sonreirá si Lolo no consigue medalla por ser virgen y norteamericana. Yo le deseo la mayor de las suertes, y le reconozco ya sobre su pecho una medalla aún más valiosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario