Hace poco más de un año un joven valenciano era ordenado sacerdote y marchaba a Vietnam como misionero. Estas Navidades, aprovechando las vacaciones, el gobierno de aquel país le ha “invitado” a no regresar. Imaginen cómo se siente.
¿Cuántas personas sufren situaciones similares? Cientos. Miles. Y no necesariamente son gobiernos quienes las silencian. Ni ocurre en países lejanos de corte islamista o comunista. También ocurre entre nosotros. Entre compañeros y colegas. Incluso en el seno de nuestra Iglesia.
A veces mandamos callar. Otras, somos nosotros los obligados a guardar silencio, a sentirnos extraños, extranjeros en nuestra propia casa...
Que esto le ocurra a uno le convierte en medio héroe. Que aún así no se deje doblegar, que su espíritu sea capaz de levantarse de nuevo, le hace a uno héroe completo.
¡Cuántas verdades, pero sólo una Verdad!
Cuanta razón, si incluso en esta diocesis somos ya demasiados los marginados,los que peregrinamos a otras parroquias en busca de una eucaristia sin acoso, las personas mayores que encuentran consuelo en radio maria,devorados cansados y obligados a callar "por amor a Dios"mientars carcomidos por dentro asistimos al derrumbe de nuestras parroquias, nueva evangelizacion? IDR? eso que es?. pero sigue la manipulacion, el robo,el acoso la indiferencia en suma ,la falta de vocacion de los pastores que sufrimos los fieles , familias enteras, cofradias juniors cuanto echado a a perder por no mirar donde esta el problema... bueno si fuera asi.... lo peor es que se oculta, bendice aprueba y aplaude. quizas ya que importa tanto eL numero, tambien deberian hacer balance delos PERSEGUIDOS por la iglesia en valencia. nadie lo cree por que no lo han sufrido pero hay y muchos.les pido soluciones, aborden la lista que seguro que tienes y contribuyamos a una iglesia en la que todos podamos ser libres para presentar carismas y verdades ala luz del evangelio.
ResponderEliminarsomos muchos si desgraciadamente
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